Según este tipo de tratamiento, de modo resumido señalamos las diferentes fases del tratamiento:
I. Fase de evaluación y diagnóstico
En las primeras consultas, el paciente expondrá al especialista todos los datos relevantes acerca de su problemática, síntomas, dificultades evaluación, sus propias explicaciones de por qué ocurre lo que le ocurre..., de este modo el psicólogo podrá establecer n diagnóstico y comenzar a marcas directrices genéricas de la intervención, así como comprender esa patología o dificultad personal desde los modelos teóricos con los que cuenta.
II. Devolución de hipótesis
Cuando han sido recogidos todos los datos de la fase anterior, el especialista hará una tarea imprescindible para que el tratamiento funcione con eficacia: expondrá al paciente de un modo ordenado, concreto y comprensible qué es lo que está ocurriendo y cómo funciona esa patología en sí, con sus consecuencias en el presente y en el futuro, y cómo y por qué se han formado y qué es lo que hace que se mantenga en el presente sin que el paciente pueda resolverlo por sí mismo y sólo sea eficaz la ayuda profesional.
En los problemas psicológicos es importante saber por qué y cómo se han generado esa patología para poder generar cambios ( por ejemplo en infección de muelas no es necesario saber exactamente como se ha generado la infección y su formación concreta para que se cure, bastaría con tomar antibiótico, extraer la muela etc..), puesto que el paciente tiene un papel MUY ACTIVO en la terapia, y en su recuperación. No basta con tomar una pastilla o hacer ejercicios.
III. Fase de Intervención propiamente dicha
Con todos esos datos, psicólogo y paciente diseñarán objetivos concretos a trabajar la terapia ( a corto, medio y largo plazo) así, de un modo preciso se va re-evaluando continuamente lo conseguido y lo que queda para finalizar.
El psicólogo diseñará, basándose en la evidencia científica, los procedimientos terapéuticos adecuados para alcanzar dichos objetivos. Son técnicas específicas contrastadas empíricamente y demostradas para dotar al paciente de herramientas y estrategias útiles para afrontar las situaciones difíciles.
Las estrategias van encaminadas a identificar y modificar en tres áreas de nuestro funcionamiento psicológico:
- Identificar formas de pensar ( o pensamientos) erróneos, negativos, desajustados... para modificarlos. Se dotaría al paciente de herramientas para aprender a pensar de un modo distinto y saludable.
- Identificación y modificación en el área de las emociones: Se enseñará al paciente a detectar sus emociones, la interpretación de las mismas y poder conseguir que su intensidad y su frecuencia sean ajustadas.
- Identificar y modificar comportamientos, conductas o modos de actuar desajustados o problemáticos para el sujeto y su entorno.
IV. Prevención de recaídas.
Cuando el paciente va experimentando mejoría y las sesiones son menos frecuentes, se trabajaría con el mismo esfuerzo que el resto del proceso, estrategias para prevenir las recaídas y fortalecer todos los logros conseguidos.