La terapia psicológica es un proceso de aprendizaje, y como tal requiere de un conocimiento teórico y una puesta en práctica muy supervisada, dando posteriormente más autonomía al paciente.
Las investigaciones en Terapia Cognitivo- Conductual, nos muestra que es óptimo unas sesiones con duración entre 45 minutos y 1 hora (menos es insuficiente y más decae la atención) y con una frecuencia variable en función del tipo de patología, su cronicidad y gravedad, la motivación del paciente...etc, pero en líneas generales la consecución de objetivos a corto y medio plazo se establecerán con frecuencia de una sesión semanal y posteriormente se pasará a espaciar a periodos quincenal, mensual, semestral o directamente al alta terapéutica, dependiendo de los factores anteriormente citados. En las primeras consultas de terapia, si la frecuencia es menor de una a la semana, la evolución se ralentiza sustancialmente.